la misa catolica y sus partes
El ordenado arreglo de estos varios elementos rituales debió empezar quizá bajo el pontificado del gran papa liturgista San Gelasio I ( ), de África, y terminarse en el siglo siguiente. El catecumenado comenzó paulativamente de a poco a decaer en la segunda mitad del siglo V, a medida que los catecúmenos adultos se hacían más raros y, multiplicándose las familias cristianas, los pequeños eran bautizados solamente nacían o en su primera adolescencia. Naturalmente, esto se comprobó en medida y tiempo notablemente distintos según los lugares.
Juan Mosco, que describió hacia aquel tiempo sus graciosas leyendas, en la famosa narración de los niños que han tomado a juego la celebración de la misa, observa que ellos conocían la anáfora, pues quibusdam in locis alta voce consueverunt praesbyteri sancti sacrificii orationes pronuntiare. Evidentemente, el ademán de una muchedumbre de leales llevando en las manos, veladas por un candido cuadro, fanonibus candídis, su pertinente porción de pan, oblationis coronam, y dirigiéndose ordenadamente hacia el altar para poner la ofrenda en manos del obispo o del arcediano, debía ser una liturgia solemne e impresionante.
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En la tradición litúrgica, el sacrificio eucarístico recibió nombres diversos. San Pablo sugiere frecuentemente se hagan colectas en favor de la iglesia de Jerusalén. A los corintios les pide en particular que lo hagan todos los primeros días de la semana, esto es, en la asamblea eucarística que debía festejarse regularmente el domingo. "En lo que se refiere a las colectas por los santos —redacta—, hacedlas vosotros como lo he ordenado a las iglesias de Galacia. Todo primer día de la semana, cada uno de nosotros separe y vaya reuniendo en casa lo que le parezca para no esperar a realizar las colectas cuando yo llegue." Varios críticos relacionan con la comunión la tercera de las tres frases contenidas en la Didaché, y que transcribimos más arriba, considerándola como acción de gracias después del banquete agápico. Te ofrecemos gracias, Padre santo, por tu santurrón nombre, que hiciste morar en nuestros corazones, y por el conocimiento, y la fe, y la inmortalidad que nos diste a entender a través de Jesús, tu siervo.
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La religión católica no pertenece a los padres y menos a los que aprovechan su posición en la Iglesia, para adotrinar a los fieles a que adoptemos sus preferencias políticas, voy a suspender mi asistencia a la misa del domingo, Dios esta en todas partes. Que Dios nos bendiga.
— Fernando L.R (@Mex100nacinalR) October 14, 2020
la misa catolica y sus partes
La Iglesia vive de la Palabra y del Cuerpo de Cristo y de esta manera viene a ser ella misma Cuerpo de Cristo. En el lenguaje cristiano, la palabra "Iglesia" designa no sólo la asamblea litúrgica, sino más bien también la comunidad local o toda la red social universal de los fieles. La HOMILÍA, por sí sola NO ES UNA CELEBRACIÓN. NO ES UNA MISA. Es parte de esa celebración. Se puede decir que el sacerdote u obispo PRONUNCIA una homilía, NO que CELEBRA u OFICIA una homilía.
Dom Wilmart nos ha dado, en parte, la edición de una Expositio Missae ambrosiana, que él atribuye al arzobispo de Milán Odelperto ( ) o a su antecesor Pedro ( ). Siendo Odelperto creador del Líber de Baptismo, resulta mucho más probable la atribución a él asimismo de la Expositio Missae Canonícete, la cual forma parte de una colección de opúsculos pastorales en empleo entre el clero milanés, del periodo carolingio, en conformidad con las prescripciones reformadoras de los capitulares.
¿Que el Señor reciba?
Al recibir la Eucaristía, nos adherimos íntimamente con Cristo Jesús, quien nos transmite su gracia. Nos preserva de futuros pecados mortales, pues cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro vínculo de amor con Él.
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- Se deduce de todo esto que la eucaristía se entregaba al fiel en cantidad variable, y él debía en casa repartírsela en cantidad tal según el tiempo en que no le era viable marchar a la iglesia.
- Por ejemplo la Op. 194 de Rheinberger no tiene Dies Irae, pero sí tiene Graduale, en la medida en que la KV.
- Las primeras noticias sobre el particular las encontramos en ciertos sínodos franceses de los siglos VIII-IX, como Compiégne , Chalons , París , que excluyen de semejante trabajo a los padres y a los penitentes públicos, y en varias decretales apócrifas atribuidas al papa Higinio y a San León Magno, admitidas por Graciano en su Decretum y trasladadas después al Corpus luris.
Razón por la que, si en Pascua hacía falta en una diócesis el obispo, era irrealizable regentar el bautismo a los catecúmenos. Entre las actas del concilio de Calcedonia está una carta del clero de Edesa a los obispos Eustaquio y Focio en la cual les ruegan que dejen al obispo Ibas volver a Edesa para administrar el bautismo en la próxima Pascua. Tenemos una carta similar de San Gregorio Magno a Romano, hexarca de Rávena, en la cual le ruega que trabaje para enviar a Ortensa a su obispo Blando, pues en su ausencia les niños morían sin bautismo. Acerca de la fórmula del bautismo, debe deducirse del examen de los textos antes referidos de San Hipólito y de San Ambrosio que la triple profesión de fe en las tres divinas personas, alternada con la triple ablución, constituía en Roma y en Milán la manera del sacramento. La invocación de la Trinidad en el bautismo, de que a veces han hablado los Padres, se explica bastante con las interrogaciones de fide, sin sospechar una fórmula a propósito, que los textos no sugieren de ninguna manera.
Tertuliano nos dejó memoria en el De pudicitia, compuesto después del 217, cuando ahora se había pasado al montañismo. En Alejandría, la práctica es idéntica a la descrita por Tertuliano.Clemente Alejandrino (+ 302) afirma que comunmente se concede a los reincidentes solo una penitencia tras el bautismo. Orígenes (+ 255), su sucesor en la dirección del Didascaleion, confirma sustancialmente la misma doctrina. El rigorismo ética de los montañistas procedía de una falsa iniciativa escatológica, la supuesta inminente parusía de Cristo.
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